martes, agosto 22, 2006

CUANDO EL TIEMPO SE VA


Hablando con ella el tiempo corre... se esconde detrás de un árbol mientras tú admiras su rostro iluminado por el color de la tarde de otoño. Las hojas, en su fúnebre caída, crean sombras intermitentes en su vestido. Y tú sientes que podrías estar ahí toda la eternidad.

Mirando su risa el tiempo corre... se esconde en el viento que despeina su cabello y provoca que tus manos la quieran acariciar con el pretexto de limpiar su cara. Las aves regresan a sus nidos después de una intensa jornada. Y tú sientes que para este momento naciste... para ella tenías que vivir.

Oyendo su voz el tiempo corre... y se oculta junto con los grillos que anuncian la llegada de la noche, con su velo de sombras y su canto de ensueño, dispuesta a revivir la esperanza de la humanidad en un mañana mejor. Y tú sientes que mañana solo será mejor... si despiertas junto a ella.

Besando sus labios el tiempo corre.... y se oculta en la Luna para dejar que sea ella con su luz quien dicte el ritmo de sus corazones. Y tú sientes que no existe nada ni nadie: sólo su amor.