martes, julio 03, 2007

INFORME FINAL SOBRE LA NIÑA CON OJOS DE ESTRELLAS

Llevo muchas noches en la Luna, buscando e investigando sobre el misterio que envuelve a la niña que en sus ojos guarda la luz de las estrellas.

En el camino de mis paseos por la superficie lunar, me topé con muchas pistas… muchas huellas e incluso por momentos me pareció verla pasar muy cerca de mí.

Hoy voy a regresar a la Tierra, pues creo haber alcanzado la misión de todo aquel soñador que se atreve a vivir en la Luna.

Hoy puedo decirles a todos…
que la niña con ojos de estrellas…
sí existe.

Inicio un nuevo camino y no tengo idea a dónde me lleve. Pero eso es lo hermoso de la vida: el saber que cada paso nos abre nuevos senderos… y que al iniciar el recorrido, con nuestras decisiones diarias, damos luz a nuestro destino.

Este es mi último texto desde la Luna, desde donde aprendí muchas lecciones de vida… aprendí a soñar realidades y a tener una realidad de ensueño. Hoy puedo regresar a la Tierra con la tranquilidad de saber que desde mi ventana… también se ven las estrellas.

Gracias Luna por mostrarme el camino
por abrirme las alas para volar entre sueños
por regresarme el valor de decir lo que siento
y por el abrazo que me diste la noche que lloré.

Gracias Luna por tu silencio,
por darme el regalo del tiempo entre tus rayos
por dejarme ser cómplice de tantos sueños
y por permitirme vivir de mis sueños un rato.

Gracias Luna por la lección inolvidable
por la emoción incomparable
y por la magia que ahora inunda mi vida.

Gracias Luna…simplemente gracias.

PD. Pequeño Oso Blanco…¡Misión Cumplida!

CONVICCIÓN

En la vida uno puede dudar
y dudar de muchas cosas.
dudar de la verdad,
de la realidad,
de la amistad,
del trabajo,
y hasta de uno mismo.

Pero hay en la vida
Una única convicción
Tan firme y tan clara
Que al descubrirla
Nada importa.

Cuando tu corazón sabe
Que no hay nadie más.

HOY Y MAÑANA

Pude verte reír,
Perderme en tu mirada,
Tomarte entre mis brazos
y compartir todos mis pasos.
Hoy.

Te extrañaré
Y te pensaré mucho más que antes.
Pues mi mente tiene ahora en la memoria
De tu voz y tu risa cada instante.
Mañana.

Hoy te vi despertar
Mañana volveré a soñar contigo.

DESPERTARES

Abrir los ojos, respirar.
Sentir la luz del sol
entrando por la ventana.
Escuchar el ruido lejano
de una ciudad en movimiento.
Recordar lo que,
hasta hace un momento,
vivías en un sueño.

Levantarse de la cama
dar algunos pasos hacia la puerta
cruzar el umbral de la recamara
y encontrarte…
para entonces comprobar
lo que es estar vivo.
y presenciar el mágico momento
en el que un sueño…
despierta a la realidad.

CUÉNTAME DE TÍ

Esta noche cuéntame de ti...
de tu carácter
de tu vida
de tus amores
de tus miedos
de tus placeres
de tus atardeceres
de tus lunas
de tus lágrimas
de tus silencios
de tus sueños
de tus viejos
de tus errores
de tus aciertos
de tus errores

Esta noche cuéntame de ti
y déjame ser parte de tu historia.

martes, septiembre 26, 2006

CADA LUNA

Y hay noches como esta… en las que una sonrisa profunda se adueña de mi rostro… mis ojos lentamente se cierran, mientras espero tu llegada… y dentro de mi ser algo me reconforta.

Cada Luna lo confirmo: eres la mujer de mis sueños.

lunes, septiembre 25, 2006

CLAVE # 16

Dicen que después de conocer a la niña con ojos de estrellas… terminas contando la historia de ese momento a tu familia, a tus amigos, a tus vecinos, a los taxistas, a los meseros, al doctor, al señor del puesto de revistas, a los árboles y a la Luna.

Por lo menos, cien veces a cada uno.

DE LA SOLEDAD

He perdido la dimensión del tiempo que llevo en la Luna. No se cuánto tiempo llevo aquí, observando la vida en la Tierra, buscando tus ojos al amanecer y descubriendo sueños perdidos, tuyos y míos, en la infinidad del espacio.

Y esta noche, de silencio y calma, me hizo pensar en lo que es la soledad. Me hizo pensar en eso que yo sufría antes de haberme perdido en tus ojos y encontrarme en la Luna.

El hombre y la mujer que sufren de soledad, pierden la luz de la vida, los colores de la realidad, la música del silencio, la calma del atardecer.

Pero ¿qué es la soledad?

¿Es acaso no tener a nadie junto a ti? ¿es no tener a nadie en quien confiar? ¿es no poder abrazar a alguien? ¿Es no suspirar al ver la Luna por que no tienes en quien pensar cuando la miras? ¿Es no encontrar la belleza de una flor simplemente por que no tienes a quien regalársela? ¿Es no alegrarse de ver a una pareja besándose… por tu maldita soledad?

Ahora que he caminado cientos de kilómetros en la superficie lunar… que he visto a hombres y mujeres llorar… que he comenzado a entender tantas cosas de la vida en la Tierra… que me he atrevido a sentir el roce de un sueño en mi piel… que he estado totalmente solo en la Luna… comprendo lo que verdaderamente representa el sufrimiento de la soledad.

Es el egoísmo, el miedo, la soberbia, la mediocridad del ser humano.

El egoísmo de no querer dar amor a los demás, si no es que recibimos algo a cambio.

El miedo de mostrarnos al mundo tal cual somos con tal de seguir mostrando nuestras mascaras.

La soberbia de creernos un tesoro que debe ser conquistado por alguien digno de nosotros, sin aceptar que el tesoro hace rico al rey cuando se entrega a los demás, no cuando lo guarda en una bodega bajo llave para que nadie lo vea.

La mediocridad de vivir cada día alejados del camino del amor: a nuestra familia, a nuestros amigos, a nuestro trabajo, a nuestro país, a nuestro planeta, a nuestro creador... y por lo tanto quedarnos muy lejos de lo que en verdad podríamos ser.

Todo aquel hombre o mujer que sufre de soledad… en verdad sufre del miedo a darse a los demás, a ser fuente de amor para refrescar a quien se acerque, a entregarse a la vida para reír y llorar, para cantar y soñar, para guardar silencio o para dar una palabra de aliento.

Y es que solamente así: entregándonos, viviendo, amando… es que podemos toparnos con alguien afín a nosotros. Solamente sembrando amor, podemos cosecharlo.

Por eso más vale vivir con poesía, con música, con sueños de estrellas y noches de sueños compartidos, que vivir limitando a la imaginación, cohibiendo pensamientos y aplastando sentimientos.

Vale más vivir cada día con la luz de la esperanza que brota de una sonrisa a un desconocido, que nace de una niña con ojos de estrellas, que se oculta detrás de una pareja mirándose con ternura…

Pues aquellos que sufren de soledad…
son los que en verdad sufren de miedo a vivir.

Y todo esto lo entendí la noche en que te conocí.

La noche en que la soledad en mí…
se fue con el amanecer de una nueva vida.

viernes, septiembre 22, 2006

CLAVE # 15

Dicen que puedes tardar años en conocer a la niña con ojos de estrellas… pero después del momento en que el destino te pone frente a ella… la encuentras en todos lados: en la risa, en la noche, en la luna, en las calles… y en la música.

CONFÍA


Esta noche quiero decirte algo que espero que tomes en cuenta:

No confíes en aquel que te obsequie un oso de peluche…
Ni confíes en quien te escriba palabras dulces en la intimidad de la Luna…
Mucho menos confíes en el que adule tu belleza e intente halagarte con lo evidente.

No confíes en el soñador que te ve con los ojos de la imaginación…
Ni confíes en la locura de aquel que dice pensarte cada instante…
Y por favor no confíes en quien recurre a un poema para alegrar tu día.

Simplemente confía en “nosotros”.

En lo que tú y yo somos cuando estamos juntos…
En nuestra luz al mirarnos sin decir nada...
En las pláticas de vida, de amor y de hadas…
En lo que no sabemos y cada día descubrimos...

No confíes en mí… confía en “tu y yo juntos”… en “nosotros”

En lo que soy desde que te conozco…
En tus risas y en tus silencios cuando te digo que te quiero…
En el momento aquel donde se cruzaron nuestros caminos…
En nuestras coincidencias, nuestras diferencias…
Y en la magia de nuestras risas compartidas.

Confía en nosotros…


… y en nuestra fuerza para conquistar el mundo...

…juntos.


lunes, septiembre 18, 2006

CLAVE # 14

Dicen que después de que en tu camino te encuentras ante la niña con ojos de estrellas… vives todos los días pensando en ella aguardando que llegue la noche, para entonces soñarla… con la esperanza de que los sueños se hacen realidad.

UN INSTANTE


Cuando la noche está nublada, opacando el brillo de la Luna…
cuando el viento se torna frío, como el vacío de mis ojos sin tu imagen…
cuando el espacio se convierte en el hueco que solo puede llenar tu presencia…
cuando las estrellas parecen perder su brillo…
cuando la fantasía amenaza con volverse locura…
cuando la realidad agita los mares de la Tierra…
cuando no puedo verte ni sentirte cerca…
cuando estoy a punto de...

es justo el instante en que más pienso en ti.

Y la Luna vuelve a nacer.

domingo, septiembre 17, 2006

CLAVE # 13

Dicen que después de toparte con la niña con ojos de estrellas… entiendes perfectamente el significado de un suspiro:
mi cuerpo y mi alma en añoranza de ti.

viernes, septiembre 15, 2006

UNA NOCHE


He visto lágrimas
He visto alcoholismo
He visto drogadicción
He visto dolor
He visto depresión
He visto enfermedades
He visto encarcelamientos
He visto asaltos
He visto secuestros
He visto suicidios
He visto infidelidades
He visto divorcios
He visto muertes.

Y una noche te vi.

¿Cómo impedir que me perdiera en tu mirada?
¿Cómo esperar que te pudiera olvidar?
¿Cómo decirle a mi mente que te borrara?
¿Cómo cerrarte las puertas de mi memoria?
¿Cómo dormir sin verte en mis sueños?


¿Cómo entender la vida sin ti?

miércoles, septiembre 13, 2006

AGRADECIMIENTO


Después de echar varios vistazos a diferentes puntos de la Tierra… regresé a mi cráter dispuesto a dormir… y una vez más, como cada noche desde que te conocí… terminé agradeciéndole a Dios el haberte creado.

domingo, septiembre 10, 2006

CLAVE # 12

Dicen que después de toparte con ella… Rosas, Margaritas, Azucenas, Magnolias, Violetas… y todas las demás flores… pierden su nombre… para ganar el de la niña con ojos de estrellas.

RUTINA DE ENSUEÑO

Me despierto.
Recorro la luna.
Busco historias en la Tierra.
Te acompaño, te observo, te anhelo.
Regreso a mi cama y empiezo a soñar…
te imagino volando, te veo saltando en las nubes,
te escucho cantar con los ángeles, siento tus manos,
y finalmente, después de tanto soñarte:
Me duermo.

CLAVE # 11

Dicen que basta una mirada de la niña con ojos de estrellas…
para darle vida a la esperanza.

REALIDAD IMAGINARIA

Cada noche desde aquí mi mente te recrea. Te dibuja en mi alma, fresca, dulce, como un amanecer de primavera en el que florecen su sonrisa y tu mirada… y así, en tu cuerpo imaginario, vienes hacia mí. Yo te tomo de la mano y mi alma se estremece, mi cuerpo se llena de tu fuerza, cobra vida… y aunque solo sea un recuerdo… por un instante nos hacemos realidad.

CLAVE # 10

Dicen que mirar a la niña con ojos de estrellas...
es entender tu pasado…
imaginar tu futuro…
encontrar tu destino.

PERIGEO


Esta noche te siento más cerca que nunca. Al asomarme a tu ventana te veo con un aire de tristeza en la mirada… como si algo no hubiera salido bien. Soplo entonces con todas mis fuerzas… y un suave viento entra a tu habitación, acariciándote suavemente el dorso de la mano. Tu mirada entonces busca a la Luna.

Con mi corazón acelerado por sentir tan cerca tu mirada, una sonrisa tierna se asoma entre mis labios… mientras la Luna, reflejando la luz de tus ojos, brilla con más intensidad.

Y así, con nuestras miradas rondando sin encontrarse, por un momento pareciera que los dos sabemos… que en la Luna y en la Tierra… todo va a estar bien.

jueves, septiembre 07, 2006

PASEO

La Luna envió a un rayo a caminar por el malecón, pues quería mostrarle el valor de la vida en la Tierra.

El inocente rayito de Luna caminó varias horas en completa soledad, hasta que finalmente su luz se topó con el resplandor de tu mirada… y en ese momento comprendió el valor, pero sobre todo el significado, de la amistad.

Al regresar a la Luna, el rayo brilló más que ninguno… pues ahora su fuerza nacía de dos vidas cruzando caminos, creciendo juntos.

Una amistad como la tuya es la que nutre a la Luna de los rayos con los que cada noche… ilumina los sueños de la humanidad.

A NIVEL DEL MAR


( Nota escrita en una noche del puerto de Veracruz)

La Luna al nivel del mar brilla de manera diferente… resplandece entre las olas de la noche y sus rayos se sumergen en la mente. Luce viva, transparente… y cuando sale a caminar inunda de esperanza los corazones de la gente.

La Luna en las noches del puerto, es el motivo, la razón, o simplemente el mejor pretexto para confirmar (aunque sea por un momento) que en la Tierra… el amor no ha muerto.

lunes, septiembre 04, 2006

LUNES


Cuando era habitante de la Tierra solía odiar los lunes… pero en un cráter encontré la manera más increíble de arrancar un nuevo ciclo de labores… y de tener un motivo para celebrar la llegada de este día: un poema.

No hay mejor manera de iniciar una semana, que llenando nuestros sentidos de poesía. De rima y verso, de imágenes dibujadas con palabras, de esperanza en la belleza, de vida plasmada en letras.

Cada lunes, un poema.

Feliz inicio de semana.

CLAVE # 9

Dicen que en la niña con ojos de estrellas está el origen de las estaciones: su risa es primavera, un beso de verano, las caricias del otoño y la ternura del invierno.

SIEMPRE... LA LUNA

Vivir en la Luna me ha hecho valorar el tiempo y el espacio. He logrado darme cuenta de lo necesario que es estar en los momentos importantes de la vida: un despertar, un atardecer, una risa, una caricia. Pero también he comprobado la urgencia de estar en los momentos donde brotan gotas de agua en tus ojos, cuando el cielo se nubla solamente para ti o cuando quieres estar sola en tu habitación.

La Luna en su infinita sabiduría se mueve en fases para darle a la humanidad la cara adecuada a cada momento: luna llena de amor, de vida, de inspiración; el cuarto menguante de sonrisas nocturnas; el cuarto creciente de complicidad, de luz y sombra, de vida y muerte; la luna nueva de acompañamiento en soledad.

Si algo he aprendido al vivir en la Luna, es a reconocer las fases de la vida… y saber que cuando hay más oscuridad, cuando la noche se queda sin su blanco espejo de luz, es cuando una nueva Luna está llegando.

Por eso cada noche, al terminar tu día y estés a punto de dormir, busca a la Luna y recuerda que hay un hombre que piensa en ti y que estará ahí listo a escucharte, a cuidarte, a apoyarte y protegerte. Dispuesto a vivir cada fase de vida juntos.

Cuando mires a la Luna quiero que sepas que cada día, cada noche, cada hora, estés en donde estés, puedes contar conmigo.

La Luna siempre estará ahí.

CLAVE # 8

Dicen que tomar entre las tuyas la mano de la niña con ojos de estrellas, es sentir una suave nube… y llenarte de la paz del cielo.

viernes, septiembre 01, 2006

ANTES DE DORMIR

Después de un día de rutinas, de paseos por la Luna y de acciones instintivas, regreso al cráter que me regala una vista de ti.

Te miro alistándote para dormir, guardando algunas cosas, preparando el día de mañana. Tu rostro adquiere una dimensión angelical al ser acariciado por la luz de la Luna… y yo envío algunos rayos más para cubrirte de luz por completo, de pies a cabeza. Pareciera como si por un momento descubriera tu verdadera identidad… pues más que mujer, eres un ángel.

Entonces tú, al percatarte de la luz de Luna, te acercas a la ventana, sonríes y yo me estremezco junto con la superficie lunar que parece temblar nerviosa. Fijas tu mirada en el blanco y lejano espejo desde el cual te miro perdidamente. Y a pesar de la distancia, de repente siento como tu mirada y la mía se cruzan y así, viéndonos fijamente, comenzamos a platicar de nuestros sueños… no hay palabras, sólo un puente construido por dos miradas que finalmente se han encontrado.

No hay forma mejor de terminar un día. Y así como un amanecer cobra vida al momento en que tú despiertas y abres los ojos… el anochecer se consuma cuando tu respiración tranquila comienza a inhalar oxigeno y a exhalar sueños. No hay mejor forma de terminar un día que cruzarme contigo y saber que estás bien, que ríes, que sigues ahí… en algún punto de aquel inmenso planeta azul.

Eres tú el mejor pretexto para soñar. La inspiración para dormir en los brazos de la Luna y el motivo por el que Morfeo organiza las más increíbles fiestas cada noche… llenándome de sueños, de ilusión, de vida.

No hay mejor forma de terminar un día… que tener la oportunidad de verte justo antes de dormir, pues cuando ya ambos quedamos dormidos, te reencuentro en mis sueños, te abrazo, beso tus manos, acaricio tu cabello, te siento viva junto a mí… y llego a la conclusión… de que te prefiero mujer, no ángel.

jueves, agosto 31, 2006

AMANECER


De repente todo se detuvo. Las estrellas parecieron congelarse en el momento más intenso de su resplandor. Reaccioné sorprendido por la súbita calma espacial. Entonces voltee a ver al tercer planeta del sistema solar y todo, absolutamente todo, estaba suspendido en el tiempo. Nada se movía.

Las personas se convirtieron en estatuas al igual que las plantas, las aves y los animales. Las olas y los vientos también detuvieron su cadencia.

Corrí a mi cráter favorito para verte y descubrir si tú también estabas siendo afectada por aquel fenómeno. Te vi dormida… y de repente te moviste suavemente… una muy tenue sonrisa se dibujo en tus labios… y despertaste.

En cuanto el sol te vio amanecer nuevamente, el movimiento, la humanidad, el viento y sus aves, el agua y sus mares, continuaron con sus rutinas diarias.

¡Buenos días!

miércoles, agosto 30, 2006

CLAVE # 7

La niña con ojos de estrellas no es un mito, es un sueño.
Un sueño que se convierte en realidad.

LA CORTA VIDA


Y es que la vida es tan corta… que prefiero vivir imaginando pláticas y momentos contigo, que sufrir la realidad de tenerte lejos de mí.

Recordarte es traerte a mi vida,
es dibujar una rosa pensando en tus labios
es suspirar como aquella vez en que tus ojos no me miraban
es darle gracias a la vida por haberme mostrado la belleza del mundo
es comprender que pude tardarme una vida en toparme contigo
pero bastó un segundo para cambiarme la vida.

Recordarte es viajar en el tiempo y el espacio
es aparecer junto a ti cuando lloras
es reír pensando que ríes
es perder mi mirada en el cielo
para encontrarte durmiendo…

y empezar a soñar.

Y es que la vida es tan corta… que prefiero vivir imaginando pláticas y momentos contigo, que sufrir la realidad de tenerte lejos de mí.

CLAVE # 6

Dicen que una vez que te topas, por accidente o por destino, con la niña con ojos de estrellas: vives cada día pensando en volverla a ver.

LA LUNA QUE YO CONOZCO


La Luna es un hogar excelente que me permite vivir y soñar, es un lugar para buscarte entre la gente, el sitio ideal para imaginar lo que es amar.

La Luna que ven desde la Tierra es la que ilumina las noches, que inspira poemas y se convierte en melodías, es cómplice, es testigo, es guarida.

La Luna que yo conozco, es la que brilla con la luz de tu mirada, la que ríe y llora acompañándote en tu ventana, la que se atreve a decir “te quiero” aunque tú no digas nada.

La Luna de los enamorados es de miel, la de los encarcelados de luz, la de los niños de queso y la de los solitarios de hielo.

Pero la Luna que yo conozco es de la música de tu risa, la honestidad de tu mirada, la ternura de tus manos y de la magia de un beso.

Y por eso hoy le pregunto al viento, al tiempo y a la Luna… ¿por qué no vienes conmigo y nos tomamos de la mano, empezamos a soñar juntos… y nos entregamos a la apasionante tarea de vivir? ¿Cuánto tiempo falta para que finalmente estemos juntos? ¿Cuántos días más tengo que ver pasar sin ti, para comenzar a vivir un nuevo amanecer a tu lado?

CIFRAS

En el planeta azul viven más de 6 mil millones de personas.
México tiene más de 103 millones de habitantes.
Pero cada día al despertar y cada noche al dormir
solamente pienso en ti.

viernes, agosto 25, 2006

A LA INVERSA

Desde la Luna he visto a muchos hombres y mujeres sufrir de soledad. Lágrimas derramadas en mitad de la noche, en silencio, en las sombras, sin palabras, sin música, son las señales que hombres y mujeres han enviado a la Luna a través de sus ojos cristalinos perdidos en uno de sus rayos.

Pero esa soledad no es tan dura, amarga, dolorosa y estremecedora como la “soledad acompañada”. Por lo menos vista desde aquí, es la peor de las soledades: un hombre en una fiesta, que ríe, que baila, que brinda… y en un momento de silencio se da cuenta de que está solo. Que no tiene a nadie… que ella es un espejismo que se irá al terminar la noche.

O aquella mujer que camina por un centro comercial, recorriendo pasillos y ofertas, rodeada de miles de seres humanos. De pronto se detiene frente a un aparador… sus ojos se pierden en una prenda y de repente su mirada le muestra un reflejo casi borroso de una pareja besándose detrás de ella. Instintivamente busca en el reflejo a alguien a su lado y en ese momento la soledad se siente como un escalofrío, que le hace voltear la mirada… e irse a otra tienda.

Esa es la más difícil de las soledades… por que se lleva con uno mismo… y aparece en cualquier momento.

Pero desde que vivo en la Luna, tengo un sentimiento a la inversa. Camino entre cráteres, platico conmigo mismo, mi mirada se pierde en el espacio infinito y a veces encuentro una estrella nueva. Me asomo a la Tierra para ver cómo la vida sigue sin mi en el planeta… y por momentos me cuelo a los sueños de los demás.

Por ti conocí los sueños de la Luna y los míos se convirtieron en polvo de estrellas. Descubro cada noche nuevas historias y al imaginarte mi mente escribe muchas otras.

Desde que vivo en la Luna… sin mayor compañía que tu recuerdo… todo es diferente.

No vivo embotellamientos, ni largas filas, ni me pierdo en centros comerciales ni en el acelere de una fiesta. Nada de eso existe para mí desde que vivo en la Luna.


Y aunque tú estés muy lejos, en un punto del planeta azul y yo en un punto de la blanca Luna… desde que te vi y te conocí al entrar en tu mirada… te has convertido en mi compañía en soledad.

jueves, agosto 24, 2006

CLAVE # 5

Dicen que en el momento en que conoces a la niña con ojos de estrellas… tu voz desaparece 24 horas… y regresa llena de palabras mágicas: mar, luna, noche, beso, caricia, sueño...

UN DÍA


El sol brilla, tu sonrisa
el mar resplandece, tus ojos
el viento canta, tu boca
La mañana es suave, tu piel

El agua fresca, tu risa

las flores son brotes de tu alegría
salpicadas por el rocío de tu despertar

La tarde es un crepúsculo de nuevos sueños
y mi mente se convierte en baúl de tus recuerdos
mientras espero la llegada de la noche y sus habitantes

Entonces la Luna aparece reflejando tu alma
cada estrella deletrea tu nombre en clave luz
y el mundo gira intentando acercarme un poco a ti

Todo esto es un día…
cada vez que pienso en ti.

miércoles, agosto 23, 2006

CLAVE # 4

Dicen que toparse con la niña con ojos de estrellas...
Es toparse con un sueño…
con lo que nunca creíste encontrar.

¿EN DÓNDE ESTÁS? ¿A DÓNDE VAS?


Ahorita estoy en la Luna.

No importa dónde estés, siempre que valga la pena lo que estés haciendo.

No importa dónde estés. Lo único que importa es a dónde quieres llegar, a dónde quieres ir. O sea: tu destino.

Luego entonces: si no hay destino...


¿Qué importa lo que estés haciendo...
qué importa quién te acompañe...
qué importa en dónde estés?

HUÍDA

Pregunta:
¿Por qué los músicos y poetas se inspiran en la Luna y en el Mar?

Respuesta:
Por que ahí se ha refugiado la verdad, la vida, el amor: Dios.
Pues de día y en la tierra... el hombre se está matando.

martes, agosto 22, 2006

SUSPIRO

Meditaciones lunares a las 2:45 am:

Un suspiro es un beso que no nació…


Un suspiro es el aire que te sobra por la persona que te falta…

Un suspiro es un bostezo… de un poeta.

(y es que si lo piensas bien.... cuando un hombre tiene sueño... bosteza... pero cuando un poeta tiene un sueño... suspira)

CUANDO EL TIEMPO SE VA


Hablando con ella el tiempo corre... se esconde detrás de un árbol mientras tú admiras su rostro iluminado por el color de la tarde de otoño. Las hojas, en su fúnebre caída, crean sombras intermitentes en su vestido. Y tú sientes que podrías estar ahí toda la eternidad.

Mirando su risa el tiempo corre... se esconde en el viento que despeina su cabello y provoca que tus manos la quieran acariciar con el pretexto de limpiar su cara. Las aves regresan a sus nidos después de una intensa jornada. Y tú sientes que para este momento naciste... para ella tenías que vivir.

Oyendo su voz el tiempo corre... y se oculta junto con los grillos que anuncian la llegada de la noche, con su velo de sombras y su canto de ensueño, dispuesta a revivir la esperanza de la humanidad en un mañana mejor. Y tú sientes que mañana solo será mejor... si despiertas junto a ella.

Besando sus labios el tiempo corre.... y se oculta en la Luna para dejar que sea ella con su luz quien dicte el ritmo de sus corazones. Y tú sientes que no existe nada ni nadie: sólo su amor.

lunes, agosto 21, 2006

CLAVE # 3

Dicen que después de haber visto a la niña con ojos de estrellas, el sol de cada día y la luna de cada noche… son sólo pretextos para pensar en ella.

miércoles, agosto 16, 2006

TU BRILLO

Hay noches en los que un punto en la Tierra se ilumina. Corro entonces a algún cráter para descubrir la fuente de aquel brillo. Corro siempre esperando que seas tú.

Tú iluminas la Tierra.Tú le das luz a la noche
Y la Luna te admira, embelesada, soñando alguna noche poder brillar como tú.

CLAVE # 2

Dicen que basta una noche para marcar tu vida y dividirla en antes y después de haber visto a la niña con ojos de estrellas.

LA ROSA

Este es un recuerdo de aquellos días en los que vivía en la Tierra. Una tarde iba caminando por la calle, pensando en no se qué cosas, cuando vi en la esquina de enfrente un bote de basura en el que se encontraba una rosa roja envuelta en el tradicional papel celofán, acompañada de un par de ramas “de follaje” que completaban su vestuario.

Estaba ahí, abandonada a su suerte, quizá por la mala suerte de alguien más. La rosa contemplaba a las personas que pasaban junto a ella como buscando unos ojos que la rescataran del olvido, de la muerte, del dolor provocado por el abandono.

Por su vestuario era inevitable pensar en lo que le habría llevado a estar ahora como la más bella basura de un contenedor de deshechos. Una rosa como ella indudablemente es una muestra de amor… y una rosa como ella en la basura es la clara muestra de un corazón roto.

Era una estampa impactante: una rosa bellísima, con un follaje fresco, rodeada de un impermeable transparente, con unas cuantas gotas (por no decir lágrimas) en sus pétalos… tirada en la basura.

Crucé la esquina para acercarme al basurero. Descubrí que la rosa no estaba “arrojada” a su destino sino que parecía haber sido acomodada con delicadeza en su destino. Miré a los lados buscando alguna mirada cómplice… o quizá culpable… pero no encontré a nadie.

Como en la mayoría de los casos es el hombre quien regala una rosa… traté de encontrar en las gotas que llenaban los pétalos, algún indicio de su historia:

Un hombre se la regala a una mujer, se despide ilusionado, la mujer al ver que el hombre se ha ido deja la rosa en la basura y se mete a su casa.

Un hombre se la lleva a su amada, al llegar a la esquina donde está el vote ve a su novia en brazos de otro hombre, deja la rosa en la basura y se va con el corazón destrozado.

Un hombre lleva la rosa para su esposa enferma. Suena su teléfono celular, al contestarlo una voz ronca le informa que su esposa ha muerto. La rosa no llegó a casa.

Un hombre lleva la rosa para la mujer de su vida, a la que no ha visto en meses debido a un viaje de trabajo… al dar la vuelta en la esquina donde estaba el bote de basura se topó con su amada sorpresivamente y gritaron y se abrazaron y se besaron y la rosa cayó olvidada en el bote mientras los enamorados, sin soltarse, sin dejar de mirarse… se alejaban.

Son tantas y tantas las historias que podría haber detrás de una rosa nueva, envuelta en delicados adornos, lista para provocar y despertar emociones… tirada en un basurero.

Ahora que vivo en la Luna y recordé ese momento… puedo decir que el amor, sea en forma de una rosa, de un beso, de una canción o de un poema, nunca muere. Aunque a veces nos duela tanto… como la espina de una rosa.

viernes, agosto 11, 2006

CLAVE # 1

Dicen que después de ver a la niña con ojos de estrellas... todas las demás pierden el brillo en los ojos. Que después de verla… todas lucen iguales.

SOY


Soy un hombre que no tiene nada
solo sueños,
imaginaciones,
sentimientos,
pensamientos,
sonrisas,
lágrimas,
deseos,
suspiros,
besos,
caricias
y risas,

Soy un hombre que lo único que quiere
es que sueñes
que imagines
que sientas
que pienses
que sonrías
que llores
que desees
que suspires
que beses
que acaricies
y que rías.

En resumen: todo lo que soy… quiero serlo para ti.

jueves, agosto 10, 2006

PRIMERA VEZ


Mi mente rondaba por las praderas de la imaginación, buscando pistas sobre el misterio que envuelve la leyenda de la niña con ojos de estrellas, cuando el planeta Tierra se sacudió. No parecía ser un terremoto o un pequeño sismo, era una sacudida de energía… el planeta se rodeó de ondas como las que se ven cuando el asfalto arde al medio día.

Me acerqué al cráter que apuntaba hacia el núcleo de aquella energía. Nuevamente, jugando al espía, descubrí uno de los momentos más intensos de la vida, más valiosos de la humanidad.

Ella sonreía mientras él le contaba una anécdota de su infancia. Tomados de la mano se acercaban a la puerta de la casa, compartían recuerdos y suspiros.

Su relación ya contaba varias noches, quizá un par de meses. Tiempo en el que se habían conocido, con el dulce sabor del poco a poco, en aspectos diferentes de sus personalidades. Cada sol y cada Luna los acercaban más. Los unían más.

Al llegar a la puerta, como tantas veces antes de esta noche, ella lo invitó a pasar y él se negaba argumentando que ya no era una hora prudente y no quería incomodar a sus padres. Ella con una tibia sonrisa le dijo “Está bien”. Él la abrazó.

La vida y la Tierra se mantienen en movimiento gracias a la fuerza del amor. Y cuando digo esto, lo digo en toda la extensión de la palabra: del amor de padres a hijos, del amor de un niño a su perro, del amor de un nieto a su abuelo, del amor de un amigo a otro. Del amor del herrero al yunque, del panadero al horno. Del amor a Dios. Del amor a uno mismo.

Se separaron del abrazo y en un movimiento rápido juntaron sus labios en un beso. Él se despidió, ella hizo lo mismo. Y entonces sucedió:

“Te amo” dijo él casi como un suspiro que no pudo contener. Sus ojos se abrieron y su rostro entero se vistió del color del amor. Ella abrió aun más sus ojos y convirtiendo su suspiro en letras contestó: “Yo también… te amo”.

Era la primera vez que de sus bocas salían esas palabras. Entonces sí, se fundieron en un beso… de esos que no se olvidan.

jueves, agosto 03, 2006

RUMOR

¿En la Tierra conocerán la leyenda de la niña con ojos de estrellas?
Dicen que una vez que la conoces… no la olvidas.

Prometo investigar.

NOTAS DE UNA NOCHE LLUVIOSA


La lluvia es un fenómeno que en la Luna no se puede vivir. Y es una lástima.

Esta noche, al asomarme a la Tierra, encontré una hoja de papel con unas notas. La lluvia caía a raudales… y la hoja de papel descansaba en la banca de un parque. Parecía como si las gotas de lluvia llegaran al papel para leer su contenido. La hoja de papel, quizá por su soledad, lloraba y la tinta de sus letras se escurría. Pero la lluvia recogía cada letra en cada gota… y daba al papel la libertad de escurrirse por la banca y navegar hacia la libertad. Estas son las notas de una noche lluviosa:

Esta noche es de romanticismo puro,
no del que se compra...
del que se siente,
se respira,
se oye en el silencio entre dos que se miran

cuando la lluvia crea una burbuja,
aislando a esos dos seres de la realidad
cruda, cotidiana, gris, amarga
dejándolos envueltos, protegidos,
dándoles tiempo y espacio para que con un beso
luminoso, espontáneo, dulce, vivo
finalmente, sin decir nada...
digan todo

cada beso cuando nace lleva una misión...
unos despiertan sueños
otros desatan pasiones
otros provocan abrazos
pero todos nos dan vida.

una mirada es tan profunda,
tan poderosa,
tan honesta...
que más allá de una palabra,
una mirada es la responsable de condenar a quien la recibe
al paraíso...
o al infierno.

Y es cierto que un beso, una caricia o una mirada tienen la misma fuerza en un día soleado o una tarde despejada. Pero en una noche lluviosa… hasta la Luna se estremece por las ganas de amar.

lunes, julio 31, 2006

DE LIBROS

(Anécdota real)
Lunes 31 de julio, 2006.

Hoy fue una de esas tardes en que la Luna aparece antes de que el sol se oculte por completo. Me sorprendió la decisión con la que se coló a la tarde, minutos antes de que apareciera la noche, como si estuviera empeñada en mostrarme algo de vital importancia. Una vez instalados en una tarde fresca, la Luna me mostró la siguiente escena.

Un joven, aproximadamente de mi edad (24 años, para quienes ven importante el número), conducía su auto por una avenida de la Ciudad de México. De pronto su mirada vio que en la banqueta del otro lado de dicha avenida se encontraba una librería. Algo había, además de libros, en aquel lugar, que hizo al joven orillarse y estacionar su auto para ir directamente hacia allá.

Vendían libros “antiguos y contemporáneos” de segunda mano. Pero lo que había llamado la atención del joven era la cantidad de libros acomodados en las paredes… el color del papel muchas veces leído, desgastado por las pupilas de quien alguna vez fue su dueño. El aroma tan peculiar y la combinación de temas y autores tan variados, unos tan vivos y otros más… muertos, en espera de que alguien los reviva.

Pero entonces noté algo: entró sin decir nada. Ni un “Hola” o un “Buenas tardes”. Nada. Sin preocuparse por si había alguien más en el local, el joven se dedicó a hurgar con la mirada en los rincones de las repisas.

La risa de una niña (7 años aproximados) le hizo percatarse de la presencia de otras personas. El joven no cambió su actividad, pero en sus ojos vi que se sintió apenado por el olvido de saludar al dependiente o vamos, por lo menos haber reparado sobre la presencia de alguien más.

“¿Por qué entra tanta gente a la librería?” inquirió la pequeña y una voz masculina, suave, pacífica, alegre, le dijo “Por que hay gente a la que le gustan los libros y viene a buscar algo para leer… y también por que hay gente que necesita saber algo”. El joven se detuvo al escuchar esas palabras... nunca había pensado el por qué alguien entraría a una librería… es mas… hasta ese momento no se había preocupado por el motivo que lo había hecho estar ahí. En ese momento su mirada se fijó en un libro. Lo tomó, revisó la portada, la contra portada, leyó la primera página:

“El amor es una bandera de triunfo,
humildes somos un hilo de su tela,
confiados somos sus tejedores”

Revisó el precio y pensó que sería una buena compra. Sin mayor preocupación intentó regresar el libro a su sitio original. Pero esa labor tan simple se complicó de más. Al intentar introducir aquel libro de color blanco en el espacio correspondiente, se doblaba, se caían los demás libros impidiéndole entrar, se abría como si con pies y manos el propio libro se resistiera a regresar. El joven intentó colocar el libro en su lugar de cuatro maneras distintas… y no podía. Le sorprendió que no pudiera hacerlo. Entonces sonrió y hablándole al pequeño libro le dijo “Así que no piensas regresar ¿eh?... está bien, te llevaré… pero déjame seguir conociendo la tienda”. Y guardó el libro en su lugar.

“¿Buscas algo en especial?” preguntó una voz ronca, de edad avanzada, un señor en cuya voz se encontraban todas las respuestas a la vida… por que sabría perfectamente qué libro recomendar ante cualquier duda que se le planteara. “No, no gracias, únicamente estoy conociendo el lugar” dijo el joven un poco apenado al ver al señor, con un niño en sus piernas (5 o 6 años, hermano de la niña), la niña que preguntó los motivos de los visitantes y el papá de los niños que había dado la mágica respuesta. “Por que allá al fondo tengo un anexo donde podrías encontrar más… por si gustas pasar a conocerlo” dijo el hombre señalando hacia el fondo del local, donde tras cruzar un pasillo, se encontraba un lugar aún más lleno de letras, de historias, de vidas… de libros.

El muchacho recorrió el lugar sin calma pero sin prisa registrando temas, autores, propuestas y paisajes. Pero en su mente rondaba aquel libro blanco que se había resistido a regresar a la pared. Salió del anexo y fue directamente hacia el sitio donde se encontraba aquel ejemplar. Lo tomó en sus manos y fue a pagarlo.

“¿Qué precio tiene?” dijo el señor “30 pesos” contestó el hombre “Dáselo en 25… para que no se espante el joven… y regrese pronto” respondió el señor con una amplia sonrisa a la que el joven respondió sin pena y mucho agradecimiento. Mientras pagaba y recibía a su nuevo acompañante el joven dijo “Tiene usted un lugar increíble” y pude ver como los ojos de los dos niños se iluminaban tanto como sus sonrisas. “Cuando necesites algo, llámame… y si no tenemos el libro aquí, te lo consigo…” todos rieron amablemente “Y si no… lo escribimos” concluyó el joven.

Y esta vez no olvidó despedirse. “Que tengan una linda tarde” expresó el joven al tiempo que extendía la mano a cada uno de los presentes y con una gran sonrisa todos estrecharon sus manos. Y es que los libros, sin que siquiera los hayamos leído todavía… nos educan… pero mejor aún, nos recuerdan que somos seres humanos y que aunque coexistimos… es mejor convivir.

El joven salió de la librería con una sonrisa y con el firme propósito de regresar, pues hubo dos o tres libros que lo tentaron a tomarlos en sus manos, pero no lo hizo para evitar un episodio como el del libro blanco. ¿Será acaso que los libros nos eligen? ¿nos llaman? ¿nos buscan? Después de todo, ellos no cambian su esencia cuando son leídos… y nosotros nos transformamos cuando un texto nos convierte en lectores.

Entonces el muchacho recordó la pregunta de la niña “¿Por qué entra tanta gente a la librería?” y revivió la respuesta de su padre… “Por que hay gente a la que le gustan los libros y viene a buscar algo para leer… y también por que hay gente que necesita saber algo”. Se detuvo y sacó el libro para ver nuevamente su portada y descubrir que él, esa tarde, pertenecía al segundo grupo de visitantes. El título del libro era: “Respuestas sobre el amor”.

domingo, julio 30, 2006

SONRÍE


Estaba caminando por una de las praderas más hermosas de la Luna, cuando tropecé con un cráter. Casi me caigo. Nadie me vio, pero la sensación que invadió mi cuerpo me hizo sonrojarme y comenzar a reírme. “Debí verme muy tonto tropezándome con el único cráter en 5 kilómetros a la redonda”, pensé.

Y entonces miré al planeta azul. Vi una enorme sonrisa reflejada en un espejo de agua… y descubrí que la Luna me había visto.

Qué importante es poderse reir de uno mismo. Somos tan imperfectos, tan ridículamente limitados… que mientras más nos esforzamos en vivir con seriedad, con “pulcritud” en nuestros actos y preocupándonos por el “qué dirán”, más falsos, fríos, acartonados e inhumanos nos volvemos.
Desde la Luna la risa se ve diferente: se convierte en energía, en luz, en una fuerza que une, que acerca, que se contagia. La risa espontánea libera al cuerpo, estimula a la mente y oxigena nuestros sentidos.

Una sonrisa puede ser la llave del corazón de una dama, que con otra sonrisa te abre las puertas de su alma. Pero una sonrisa también salva al hombre que al querer decirle palabras de amor a una bella dama… tartamudea y se ruboriza. O a aquel hombre que involuntariamente hace el ridículo con tal de ganarse una sonrisa de su musa. Ese es el poder de una sonrisa: dar luz a la vida diaria.

Qué triste que en la actualidad una persona que va sonriente por las calles sea visto como alguien “raro”. Una persona que ríe sin preocupaciones sea tachado de “ridículo”. ¿En qué momento el ser humano llenó su existencia de una aburrida y protocolaria seriedad?... ¿en qué momento comenzó a tomarse tan en serio… que no se permite reírse de si mismo?

Alguna vez me pregunté si Dios tendría sentido del humor… y la más clara respuesta está en los momentos en que, como cuando estuve a punto de tropezarme torpemente con un minúsculo cráter… la Luna también sonríe.

sábado, julio 29, 2006

TE EXTRAÑO


Te extraño…
cuando llega la Luna o cuando aparece el sol
cuando veo a una niña sonreír o a una rosa llorar
cuando escucho el canto de un ave…
o a las gotas de lluvia muriendo al caer

Te extraño…
Cuando en los relámpagos intermitentes de una noche de fiesta
encuentro tus ojos perdidos en el rostro de una desconocida.
Cuando en la letra de alguna canción llega tu recuerdo…
Y cuando cada latido de mi cuerpo al bailar es un código Morse diciendo:
te extraño.

Te extraño…
No se por qué y no quiero saberlo…
Pero desde que te vi por primera vez… te veo en todos lados
Como la silueta del sol tatuada en las pupilas después de verlo

Te extraño…
Por que mi vida sin conocerte corría sin mayor problema
Por que mis días y mis noches estaban resueltos
Por que mi respiración era automática y mi trabajo era sencillo.
Por que el viento, el mar, las hojas secas y hasta las piedras… solo eran eso.

Te extraño…
Por que todo el tiempo antes de ti
No fue vida… fue existencia.

¿Y qué más quieres que te diga?
Te extraño.

martes, julio 25, 2006

DESCUBRIMIENTO Y CONFESIÓN


Buscando en mi pasado intenté encontrar los motivos de mi inspiración. Quería encontrar lo que en algún momento de mi vida me había hecho reír, llorar, gritar, soñar… lo que fuera… pero que me hubiera hecho sentir vivo.

Encontré recuerdos de una infancia plena y feliz. Juegos de niños imaginando ser grandes. Un perro y una tarde en la que me enfermé y mis abuelitos vinieron a visitarme, preocupados, con una caja de chocolates entre las manos.

También encontré recuerdos de amigos… viejos y nuevos… que se han ido o han regresado…

Toda mi familia apareció en mi búsqueda… y al verlos descubrí el reflejo de mi identidad, mi orgullo, mi fortaleza… mi carácter… mis sueños.

Y finalmente en esta búsqueda apareciste tú… descubrí entonces y ahora lo confieso que nada ni nadie había logrado provocar lo que con tu risa y tu mirada… con tu calma y tu alegría… con tu presencia y hasta con tu ausencia… provocas en mi alma desde el día en que, por azar o por destino, tu vida y mi vida se toparon en el camino.

SIN PRISA


En la Luna el tiempo no existe. Existen vidas que inician y que acaban. Existen flores que brillan y se marchitan. Existen amores que arden y se extinguen. Y esta noche un hombre, en plena desesperación… de amor… se puso de rodillas ante la mujer que le roba suspiros y le niega sus besos. Fue entonces cuando con una sonrisa digna de la peor de las locuras le dijo:
No hay prisa…
Créeme que no tengo prisa…

Déjame descubrir cada día un nuevo secreto…
un nuevo color en tu sonrisa
un nueva forma de mirar…

Atrévete a mostrarme tus sueños…
tus anhelos…
tus historias…
y tus retos…

Ábreme la puerta de tu alma…
y deja que tu luz ilumine mi noche…
Que yo a cambio te doy mi vida entera
Te doy mi risa, mi llanto, mi alma serena

Te juro mujer que no tengo prisa
y puedes tomar todo el tiempo que necesites
yo estoy aquí, para ti, para tu vida
y dispuesto mi mundo para que lo conquistes

Y no es que no tenga urgencia de amarte
O que no muera por tenerte en mis brazos
Pero no hay modo mejor de adorarte
Que olvidarme del tiempo y de sus plazos

Podrán pasar muchas lunas
Pero créeme amor:
No hay prisa

Y es que…
¿Qué puede ser un año sin ti
a cambio de una vida contigo?


Y al escuchar esto, por un segundo… uno solo… en los ojos de la mujer brilló la luz de aquella locura semejante a la de la sonrisa del hombre.

Bien dicen que no hay peor locura…

...que el amor.

lunes, julio 24, 2006

NUBE MENSAJERA


Estaba de pie, mirando un meteorito perdido en busca de sus amigos, cuando junto a mi pasó una pequeña nube que se había salido de la atmósfera terrestre. Al sentirla rozar mi mano, la miré y sonreí. La tome en mis manos con cuidado… procurando no lastimarla. Me pidió ayuda para regresar a su planeta y entonces le dije que yo la ayudaría si ella se convertía en mi cómplice. Aceptó gustosa el trato, sobre todo cuando le explique en qué consistía mi propuesta.

Soplando suavemente, comencé a darle una forma distinta… hasta que la convertí en una pequeña y hermosa paloma. La nubecita estaba feliz con su nuevo aspecto y revoloteaba alegremente en torno a mi rostro. Junté mis manos, como si fuera a decir un secreto… y lo dije.

Coloqué mi secreto, convertido ahora en una pequeña luz de color turquesa, entre las alas de mi nueva amiga nube, a quien después de darle unas últimas instrucciones, con mucho cuidado ayudé a encausar su vuelo directamente hasta tu ventana. Y con mi aliento impulsado por un suspiro… la palomita inició su vuelo.

La nubecita volaba como una niña traviesa que corre emocionada a contarle a su madre una nueva aventura.

Tú te encontrabas en casa… y no te diste cuenta de la llegada de mi mensajera. Pero ella hábilmente entró por tu ventana… y con cuidado de no golpear nada o despertar al oso de peluche que cuida tu cama cuando no estás, se postró en tu almohada, la cual levantó con sutiles movimientos. Entonces la luz bajó de la nube… y se escondió bajo tu almohada para esperar el momento adecuado.

La nubecita convertida en paloma emprendió nuevamente su vuelo en dirección a su hogar. Que es el mismo donde habitan los sueños. Donde habitan los anhelos de los que buscan la felicidad en los ojos de su amada. El mismo sitio donde Dios te mira vivir en la Tierra y me mira suspirar en la Luna.

Esta noche, cuando tus ojos se cierren y comiences a dormir… la luz turquesa se posará en tus labios… buscando entrar a tu corazón.

LA OTRA LUNA

Por las noches, antes de dormir, muchos hombres y mujeres piden un deseo a la Luna. Piden encontrar a “esa persona”. Y sus ojos se llenan de esperanza, sus pulmones se llenan de suspiros y sus corazones laten como si telegrafiaran el mensaje hacia la Luna.

Desde aquí he podido ver como un hombre y una mujer que fueron hechos el uno para el otro, se han cruzado ya 3 veces por la banqueta. La primera vez ni siquiera se miraron… la segunda él la vio mientras ella venía platicando con una amiga… y la tercera ella lo vio mientras él compraba un periódico. Quizá la cuarta ocasión sea cuando sus miradas se crucen.

Pero esos tres días… ambos hicieron lo mismo. Antes de dormir, desde sus camas miraron la luna a través de sus ventanas. Y se formó el puente mágico de luz de Luna.

Conozco también a un hombre que vive profundamente enamorado de la mujer que habita el departamento frente al suyo. Ambos viven solos y cada día por la mañana comparten el elevador cuando salen rumbo al trabajo. Se saludan con una sonrisa y un simple “Buen día”… y hablan de cosas sin importancia hasta que llegan al estacionamiento, donde cada uno aborda su auto y parte hacia su propia rutina.

El problema con este hombre surge por las noches. He contado 15 veces en las que, ramo de flores en mano, sale de su departamento y llega hasta la puerta de su vecina. Y cuando está a punto de tocar… se congela. Duda… y regresa corriendo a su departamento. Se desespera, se enoja, se ríe… lo piensa de nuevo… se resigna… y luego se vuelve a emocionar. Siempre termina mirando a la Luna… pidiéndole inspiración.

Y últimamente también he visto a una mujer, de aproximadamente 26 años… que cada noche pone el mismo cd con música de piano y sale al balcón de su recamara… con una rosa en la mano. Sonríe. Se asoma hacia abajo para ver salir del edificio donde vive a un hombre de 27 años, quien sube a su auto. El hombre nunca se ha dado cuenta que la mujer lo observa cuando se va. La mujer entonces, con la ternura de un suspiro, arranca un pétalo de la rosa y soplándole un beso deja libre al pequeño pétalo para que viaje por la noche.

Y es que la Luna es nuestro refugio en la soledad, la fuerza de los enamorados, la luz de los sueños.

Pero mientras pensaba esto… segundos antes de caer dormido… en mi mente surgió una duda: ¿Quién sirve de refugio, de fuerza, de inspiración, de esperanza y de acompañante a la Luna?... ¿quién la llena de luz para que ella pueda darle brillo a nuestros sueños? ¿de dónde saca la alegría que le brinda su belleza? ¿Con quién llora en las noches de oscuridad? ¿a quién le cuenta sus propios sueños?...

Giré mi cuerpo, preparándome para dormir… y mientras a mi mente llegaba, como cada noche, el recuerdo de tu sonrisa, descubrí la respuesta.

Más allá del lado oscuro de la Luna, de aquello que desde la Tierra no se ha podido ver… existe otra Luna. Y así, la Luna cada noche le platica sus sueños, sus historias y antes de que amanezca en la Tierra… la otra luna se despide de la Luna. Como yo lo hago de ti: con un rayo para velar tus sueños.

PENSAR EN TI

No hay nada como pensar en ti.
Caminar con tu sonrisa en mi mente.
Escribir con tu voz en mis oídos.
Cerrar los ojos y ver los tuyos.
No hay nada como pensar en ti.

lunes, julio 17, 2006

PLÁTICAS CON LAS ESTRELLAS


Hoy platiqué con una estrella. Me dijo que te vio sonreír y se sintió opacada. “Y eso que no has visto sus ojos” contesté. La estrella volteó para asomarse a tu ventana… y sin decir nada escapó hacia el infinito a toda velocidad, convirtiendose en una estrella fugaz hasta que desapareció.

Me asomé entonces y vi que estabas mirando al cielo… en tus ojos vi el reflejo de mi amiga en fuga. Como no sabias el motivo de su huida, te pareció un lindo espectáculo… y sonreíste de nuevo.

Aun no terminaba mi suspiro cuando una radiante y hermosa estrella llegó junto a mi y me dijo que te había visto sonreír. Y no pude decir nada.

SECRETO


Intentando encontrar un suspiro que extravié hace unos días, me encontré con una pequeña grieta en la superficie lunar. Me acerqué a ella… y escuché esto:

"Quiero convertirme en un secreto, ser sólo tuyo y de nadie mas... que sólo tu mente me conozca, sólo tu corazón me abrace, sólo tus labios me nombren cuando nadie más escucha... quiero ser un secreto resguardado en tus entrañas... que yo sepa que me quieres aunque sepas que te amo... y que nadie en el planeta conozca de lo que tus ojos ven en mis ojos... cuando hacemos el amor..."

Y aunque no vi la cara de la persona que pronunciaba esas palabras… tomé un poco de polvo de Luna y lo deje caer por la pequeña grieta, para cerrarla. Para que nadie sepa ese secreto.

RECORDATORIO


Nota desde la Luna
Para la vida en la Tierra:

Comienza a medir las distancias en canciones
el amor en suspiros, la felicidad en amigos
y trata de medir tus sueños en realidades

Te olvidarás del tiempo,
del dinero,
de las distancias
y tus miedos…
y empezarás a vivir.

(Gracias T: por la amistad sin tiempo ni distancia)

LA LUNA Y SU VESTIDO DE ESTRELLAS

Siempre me ha gustado el carácter festivo de la noche. Su alegría, su ritmo y su cadencia. Cuando por las noches hombres y mujeres se preparan, con un ritual siempre diferente y tan personal, para salir a divertirse… pareciera que la Luna hace lo mismo.

Al bailar, el hombre y la mujer se comunican. Sus cuerpos, llevados por el ritmo, se rozan, se juntan, se sienten, se viven. Y entonces volvemos a ser humanos: a cohabitar… a coexistir. No importa de donde vienes o a donde vas: importa que estas aquí y ahora. Cuando la mano del hombre toma la de la mujer para dirigirse juntos a la pista, con cada paso se acrecienta la excitación del futuro incierto de sus cuerpos y sus mentes… pues por unos minutos estarán en un trance al que ambos han aceptado entregarse sin temores ni falsos pudores.

La música es energía que se convierte en movimiento. El ritmo posee nuestros cuerpos, que sudan, que ríen, que vibran. No hay duda: bailar es desafiar a las leyes de la Tierra.

Cada noche hombres y mujeres de todas las edades dan vida a pequeños instantes de intimidad y complicidad. Y es así como el planeta azul se mantiene vivo: palpitando… gracias a las almas que se atreven a bailar.

Hace muchos años…. La Luna sintió envidia de la Tierra por no poder vivir lo que ella cuando una pareja bailaba con una fiebre que no podía comprender. Pero una noche decidió que, sin que la humanidad lo supiera, ella sería parte de cada celebración en la que hombres y mujeres aceptaran romper sus barreras, sus miedos, sus mascaras…. Y bailaran.

Entonces llamó a todas las estrellas de la galaxia. Y se juntaron todas. Las más antiguas y las más jóvenes: las que iluminaron las danzas prehispánicas y las que iluminarían la noche de mañana. Una vez reunidas todas ante ella, la Luna les pidió un favor: “abrácenme fuerte… y no se suelten”. Y de pronto en la inmensidad del universo, brilló como nunca la Luna en un vestido de estrellas.

Y desde entonces la Tierra y la Luna se encuentran cada noche... para ver a la humanidad bailar.


martes, julio 11, 2006

INSPIRACIÓN


Caminaba despacio, a la velocidad de mis recuerdos de ti, cuando un pequeño cráter me invitó a mirar en su interior. Me acerqué y tomándolo entre mis manos me asomé en él para tener alguna visión terrestre.

Descubrí a un hombre enamorado. De la vida. Del amor. De la mujer. Pero estaba solo.

Y en su soledad respiraba profundamente, sonreía y escribía versos en pequeñas hojas de papel que después lanzaba a un humilde riachuelo.

Entrecerrando mis ojos para visualizar lo que escribía, pude leer lo siguiente:

“La inspiración se esconde en un rayo de luna… pero dime ahora, Luna mía, ¿dónde estás?”

En cada papelito escribía lo mismo. Utilizando el sonido del viento a la media noche le pregunté por qué tiraba el mismo mensaje cientos de veces al pequeño riachuelo. El hombre levantó la mirada al cielo… y hablándole a la Luna dijo:

“Por que aunque es un pequeño riachuelo… en algún punto se junta con el mar… y el mar es tan noble y bondadoso que llevará el mensaje hasta donde ella se encuentre… por que yo se que tu brillo, tu resplandor, tu luz, tu belleza… es simplemente el reflejo de su mirada, su sonrisa, su alma y su piel”

Sentí a la Luna estremecerse… mientras el hombre tomaba otra hojita de papel… y mis labios repitieron como un eco sideral:

“dime ahora, Luna mía, ¿dónde estás?”

sábado, julio 08, 2006

LUNA SEDIENTA


Una noche muy oscura, al tiempo que todos en la Tierra dormían, la Luna bajó a beber un poco de agua. Mientras tanto, un niño se había despertado y de pie sobre su cama se asomaba a la ventana. La Luna se refrescaba sin darse cuenta de aquel inocente espía. Al terminar la Luna regresó, callada y sin prisa, al lugar desde el cual ilumina los párpados de seda de las princesas y las manos sin sueño aferradas a los barrotes de los encarcelados. A la mañana siguiente el niño le contó a su madre lo que había visto la noche anterior. Ella, con maternal comprensión y una tierna incredulidad le dijo “Seguramente lo soñaste”. Y entonces el niño supo que los sueños se vuelven realidad.

UN SUEÑO


Después de una intensa jornada de caminatas y visiones terrestres, llegó la hora de dormir. Regresé al lugar dónde he instalado mi cama: un gran cráter lleno de algunas nubes que viajaban perdidas por el espacio. Elegí un cráter amplio y no muy profundo ubicado en una zona donde la temperatura es por demás agradable, cálida, pues encontré que el calor de un volcán del planeta azul llegaba hasta aquí. Así, en un colchón de nubes, por momentos me voy de la Luna… y en los brazos de Morfeo llego hasta tus labios: y eso es un sueño.

martes, julio 04, 2006

LUZ DE VELA


Esta noche me hiciste falta. En mi cama mis manos te buscan y solo encuentran el vacío que nada ni nadie ha podido llenar. La habitación, iluminada únicamente por un par de velas, se recubre de tu recuerdo. Y afuera de ella el cielo llora… por que no te tengo aquí.

Me gusta escuchar a la lluvia. Me dice secretos y me ayuda a pensar… en ti.

El agua de lluvia llega a la tierra para limpiarla de sus penas y sus culpas, como el llanto purifica al alma.

Y así, mientras afuera la tierra se revuelve y se renueva… en mi cama mi ilusión te trae hasta mi… y en mi mente te tomo en mis brazos, como aquella vez cuando antes de cruzar la puerta de tu casa un abrazo dijo todo, sin que dijéramos nada.

Mis ojos comienzan a cerrarse. Pareciera como si mi cuerpo se empeñara en dormir. Y aunque yo intento mantenerme despierto, la Luna me dice “No seas tonto… duerme… y ella llegará a tus sueños”.

Quizá tú ya estés dormida… pero esta noche la Luna, la lluvia y yo hemos hecho un trato. La lluvia creará una cascada que arrulle tu sueño… yo te miraré con los ojos cerrados desde mi cama… y esta noche la Luna transformará el color de sus rayos… para convertirlos en luz de vela.

lunes, julio 03, 2006

QUIERO



Quiero ver brillar tus ojos cuando te digo que te quiero
quiero iluminar los míos cuando sonríes
quiero con un beso darte ideas para soñar
quiero, en pocas palabras, solo una oportunidad

Quiero que la Luna inspire nuestras caricias

quiero que refleje la belleza de tu ser
quiero que las nubes abran paso a las estrellas
y quiero que las nubes lloren cuando no te pueda ver

Quiero enamorarte poco a poco y sin prisas
quiero regalarte un collar de gotas de mar
quiero darle al mundo el sonido de tu risa
quiero ser el hombro en el que puedas llorar

Quiero en un abrazo convertirme en tu guarida
quiero ser la sombra que te sigue al caminar
quiero contemplar la luz de tu cara dormida
quiero recorrerte, sin tocarte, sin hablar.

Quiero que me creas, quiero creerte
quiero soñarte, respirarte…
quiero amarte.

jueves, junio 29, 2006

MENSAJE QUE NO LLEGÓ



Me asomé a un cráter pequeño… cálido… y me llevó a ver uno de los muchos bares que hay a la orilla del mar. El cielo lleno de nubes impedía que la gente pudiera contemplar la Luna, pero ella veía a los cuerpos moverse al ritmo de la música.

Jugando al escondite, la Luna buscaba los rincones entre el cielo nublado para encontrar y mostrarme historias. Y entonces vi a un hombre que salía de entre la masa que se entregaba al calor y al baile para acercarse a la orilla del mar. Con la brisa nocturna abrazándolo, aquel joven escribió un mensaje en su teléfono celular, pero al tratar de enviarlo el mensaje no pudo salir de su teléfono por fallas en el sistema.

Aprovechando las ventajas de vivir en la Luna, recogí el mensaje y lo traje hasta aquí… para que esta noche, o quizá la siguiente, finalmente llegue a su destino:

“Estoy frente al mar. Buscando la Luna. Pero no hay Luna ni estrellas. ¿Las has guardado en tus ojos? Al mar esta noche lanzo un suspiro… que lleva tu nombre.”

Y LLUEVE



Rendidos nuestros cuerpos se encuentran en la sombra
Tu silueta se delineaba en la suave caricia de mis manos

tu boca respira agitada, abres los ojos: tu mirada brilla
Y llueve.

Sobre la cama nacen montes, praderas y lagos
Encuentro desiertos, selvas, montañas y cuevas
Pero solo estas tú y solo estoy yo. Estamos solos
Y llueve.

Con las yemas de mis dedos recorro tu espalda
Y siento que hay vida en cada poro de tu cuerpo
Con mis dedos te dibujo en el lienzo de mi mente
Y llueve.

Al moverte haces que la escasa luz me regale nuevas visiones
Giras un poco tu cuerpo y ahora puedo ver el contorno de tu cara
Y veo tus labios y tus ojos, tu cabello y tu sonrisa, suave, complacida
Y llueve.

Hace unos minutos hubo fuego, hubo aire, hubo un terremoto
Y aunque afuera el viento y el agua de la lluvia enfrian a toda una ciudad
Aquí adentro se vive la tibia calma de dos seres humanos que han vivido.

El silencio nos envuelve, la oscuridad nos vigila
El tiempo fue a caminar por otras calles
De pronto tu cuerpo adquiere la posición del origen de la vida
tu piel bañada en sudor recuerda el agua del vientre materno
Ante mis ojos vuelves a nacer
Y llueve.

Y yo respiro profundamente para llenar mis pulmones de ti
Te abrazo en mi memoria para perpetuarte en mi recuerdo
En mi boca tu sabor y en mi piel tu aroma dejan huellas eternas
Y llueve.

domingo, junio 25, 2006

ECLIPSE DE LUNA



Una inmensa sombra fue cubriendo la superficie de la Luna. Poco a poco me vi rodeado por la oscuridad.

De pronto la Luna comenzó a vibrar… mientras se formaban olas con el polvo que recubre su superficie. Estábamos en total oscuridad... pero la Luna había entrado a una actividad inusual.

Me asomé a la Tierra y vi a muchos hombres y mujeres presenciando el eclipse lunar. Veían como poco a poco la Luna era cubierta por la sombra, sin imaginar lo que en ella ocurría.

No puedo decir que la Luna estaba eliminando lo que ya no necesitaba, pero sí puedo decir que estaba reacomodando la cara que cada noche le muestra a la humanidad.

Los cráteres emitían explosiones de aquel polvo de plata, las llanuras volvían a ser planas y sin huellas de los pequeños meteoritos que por momentos caen en la Luna. La Luna parecía sacudirse y renovarse.

Y yo creo que el hombre y la mujer deberían hacer lo mismo.

Deberíamos dejarnos cubrir por la sombra de nuestra conciencia y sacudirnos. Estremecernos con lo que hemos hecho bien y con lo que hemos hecho mal… para salir nuevamente a la luz con nuestra sonrisa renovada y nuestras lágrimas purificadas.

Esta noche la Luna se sacudió, se estremeció, vibró y oculta bajo la sombra de un eclipse aprovechó la oscuridad para prepararse a volver a brillar con más intensidad que nunca.

La Luna aprovecha los instantes de soledad sombría para llenarse de luz y vida.

Y yo hice lo mismo.

viernes, junio 23, 2006

SILENCIO

Silencio, no hay palabras… no hay risas ni canciones.
No hay sonidos o latidos, no hay emociones.
Solo silencio.

Silencio, no hay mar, no hay viento, no hay fuego ni pasos en la tierra.

Silencio, no hay rezos, ni súplicas.
No hay palabras de amor, ni de odio,
ni de nada.

Silencio, no hay grillos, ni estrellas, ni gatos.
No hay niños viviendo ni ancianos muriendo.

Silencio. No hay nada.

Silencio. No estás aquí.

Silencio. No hay nada.Solo silencio.

sábado, junio 10, 2006

HOY

Te extraño.
Te pienso.
Te imagino.
Te escribo.
Te busco.
Te suspiro.

viernes, junio 09, 2006

EXPERIMENTO


Son las dos de la mañana… estuve recorriendo cráteres que me permiten viajar en el tiempo. Es un experimento interesante y tuve la oportunidad de conocer y platicar con uno de esos hombres que han hecho el “Pacto con la Luna”. Pero estoy a punto de caer dormido, como si flotara en las nubes, y la experiencia vale la pena platicarla con tiempo.

Hoy intentaré algo nuevo. Ataré mi mirada en tu imagen… en esa foto donde luces radiante y feliz. Voy a mirarla fijamente…hasta que mis ojos se cierren atrapando tus ojos, tu sonrisa, tu luz… plasmándote en mis sueños.

Escuché hoy a un cantante decir que “para vivir en el cielo no es necesario morir” y me pregunto si también te ha conocido.

Hoy tú serás lo último que vea antes de dormir.
Por que tú eres el sueño que me ha hecho volver a soñar.

jueves, junio 08, 2006

POR UNA MIRADA


Caminé hacia el cráter que me deja verte recostada en tu cama. Sentía el sueño apoderándose de mis ojos que luchaban por mantenerse despiertos. Te encontré con la mirada sumergida en las letras de un poema de Neruda. Tu respiración pausada, en paz, calmó al instante mi soledad ruidosa. Y es que con saber que existes, que estás ahí en mi planeta… con eso basta para vivir, en la Luna o donde sea.

Tú no sabes que te miro, cómo te miro. No sabes que te pienso, ni que te idealizo. No sabes que desde aquí tus labios se ven como el durazno, dulces, carnosos, tersos, jugosos. Que tus manos se vuelven palomas que vuelan por los aires para juguetear con los hilos de seda que enmarcan tu rostro. No sabes que mis palabras al describirte se convierten en polvo de estrellas. No sabes que cuando sonríes el sol puede ver un eclipse terrestre. Tú no sabes que en la Luna tienes a un hombre… que sueña con verte feliz.

Terminas de leer y durmiendo el libro te dispones a cerrar el día. Tus ojos buscan en la ventana a algo o a alguien. La Luna cautiva espera que, como hace algunas noches, la hagas brillar majestuosamente. Yo estoy ahí, como su cómplice, escondido en un cráter… con mis dedos cruzados y mis labios repitiendo “por favor, por favor, por favor”. Entonces decido hablarte… y a tu rostro llega un suspiro de Luna que suavemente deja en tu oído el siguiente mensaje:

“Déjame entrar en tu mirada… y voltea a ver a la Luna”

Y mis labios y mis dedos y mis ojos y mi Luna suspiran y vuelven a esperar, con una dulce plegaria, la compasión de tu mirada: “por favor, por favor, por favor”.

DESEO

Eso que tanto deseas…
Eso que tanto sueñas…
Eso que tanto anhelas…
Eso que tanto esperas…
Eso deseo profundo
Secreto
Y que a nadie le has contado
Pídeselo a la Luna…
Mándalo en un suspiro
O envuelto en una lagrima
Pues ahora se que la Luna
También cuida a quien le habla.

martes, junio 06, 2006

EL BRILLO DE LA LUNA

Dos almas nunca se encuentran por casualidad
Parecía ser la noche más oscura. Por un momento pensé que hoy la Luna no enviaría ni un rayo a la Tierra. Guardé silencio. De pronto vi cómo en la cara que apuntaba al vecino planeta azul nacía un intenso resplandor. Corrí emocionado para descubrir la fuente de aquella luz que había logrado que la Luna, blanco espejo de los hombres, enviara sus rayos iluminando la noche. Eras tú. Apareciste y la Luna brilló.

Buenas noches mundo.
Es hora de soñar.

domingo, junio 04, 2006

LUNA EN MONTEVIDEO


Aquí en la Luna es muy común que en un respiro, un parpadeo, un paso o un latido, aparezcan recuerdos. Tus ojos y tu sonrisa son los recuerdos más frecuentes. Pero hoy un crater, pequeño, sencillo, pero profundo, me llevó a Uruguay y mientras la luz de la Luna iluminaba Montevideo, una hoja de papel viajaba solitaria montada sobre el viento. La hoja se sentó en una banca, aquella banca en la que unos novios se besaron por primera vez, unos recien casados recordaban el momento en que dijeron "sí, acepto", unos ancianos miraban fotos de sus nietos.

Esa banca en la que un día un hombre llamado Mario escribió el texto que venía impreso en aquella hoja:

TÁCTICA Y ESTRATEGIA
- Mario Benedetti


Mi táctica es mirarte
Aprender como sos

Quererte como sos
Mi táctica es hablarte
Y escucharte,
Construir con palabras
Un puente indestructible.

Mi táctica es
Quedarme en tu recuerdo
No sé cómo, ni sé
Con qué pretexto
Pero quedarme en vos,
Mi táctica es ser franco
Y saber que sos franca
Y que no nos vendamos
Simulacros,
Para que entre los dos
No haya telón ni abismos.

Mi estrategia es
En cambio
Más profunda y más simple,
Mi estrategia es
Que un día cualquiera,
No sé cómo ni sé
Con qué pretexto
Por fin me necesites.

OLAS DE ESPERANZA


Me desperté súbitamente y con el corazón agitado como la mar en luna llena. Mi rostro estaba empapado de un sudor ligero y frío. No era miedo lo que me envolvía… digamos que simplemente era un ataque de ansiedad. Me levanté y caminé algunos minutos intentando relajarme. Me senté en un cráter y me asomé a la Tierra.

Llegué a una playa virgen en algún punto de las costas de la península de Yucatán. De noche y a la luz de la luna llena la playa adquiere un increíble parecido a la superficie del satélite que ahora habito. El mar estaba en una constante danza con los rayos de Luna y los reflejos que se creaban en el agua por momentos cegaban mi visión.

De pronto comencé a escuchar pasos lentos, pensativos, acercándose de entre las sombras. Las olas rompían con fuerza y liberaban una brisa refrescante. Los pasos se escuchaban con mayor claridad indicando el acercamiento del personaje dueño de aquellas meditabundas pisadas.

Apareció un hombre vestido con pantalones de manta que dejaban al descubierto sus pantorrillas, una camisa de una tela blanca muy ligera, que se pegaba a su cuerpo con el viento y la brisa. Se acercó al agua y mojó sus pies y manos… llevando un poco de agua de mar a su rostro. Volvió a levantar un poco de agua y esta vez mojó su cabello. Se levantó y se quedó mirando al horizonte.

Pasaron algunos minutos o quizá un par de horas, no lo se. Pero él simplemente veía al horizonte… y yo simplemente observaba: al mar haciéndole compañía abrazando sus pies y sus ojos perdidos en una eterna búsqueda. Entonces el hombre levantó su mirada y la clavó en la Luna. Me sentí descubierto y me quedé inmóvil.

El hombre dio algunos pasos hacia atrás, hasta que el agua dejó de alcanzarlo y se sentó. Respiró profundamente, llenando su cuerpo de viento de mar y luna y fue entonces cuando sus ojos se llenaron de lágrimas.

La luna entonces se reflejó en el espejo de agua formado en sus ojos, brillando como dos estrellas que desaparecieron al momento en que el hombre cerró sus párpados dejando libres un par de lágrimas que recogió con el dorso de su mano, limpiando sus mejillas. Se formó una gran ola y cuando llegó a la arena el agua alcanzó su mano… como si el mar quisiera recoger esas lágrimas, para llevarse con ellas la tristeza de aquel hombre.

El hombre se puso de pie… y se acercó de nuevo al mar… con la cabeza agachada… el agua llegaba a sus piernas . Se detuvo. Levantando suavemente la cara dijo, con voz tan suave como el viento:

- ¿Dónde estás?

Y llenando sus pulmones de vida, se arrojó al mar quien le abrazó fraternalmente.

Algunos minutos o quizá un par de horas después, salió del mar. Pero esta vez su mirada iba llena de luz de luna, de agua de mar, de delfines y peces de colores, de algas bailando al ritmo de las olas, de arena suave, de viento cálido, de sirenas y de sueños submarinos. Caminó hacia las sombras nuevamente, pero ahora en su rostro se reflejaba intensamente la ilusión de que quizá mañana… mañana si… la encuentre.

martes, mayo 30, 2006

PRETEXTOS



Una mirada
una sonrisa
una cena
una canción

una mano
una caricia
un recuerdo
una emoción
una noche
un amanecer
simplemente son pretextos
para querer volverte a ver

UN SEGUNDO


Hoy la Luna se quedó corta.
Su luz se vio opacada.
Hoy las estrellas desaparecieron.
La grandeza del universo se redujo a un suspiro.

Mi respiración se contuvo y mi corazón se aceleró
Y por un segundo no existió nada ni nadie alrededor
Hoy pensé en ti.

domingo, mayo 28, 2006

DE UN SUEÑO


Hay personas que no creen en los sueños. Que están tan resignados a la realidad que no son capaces de encontrar el encanto mágico y fantástico de nuestras experiencias oníricas.

Hoy al despertar estaba lleno de una sensación de felicidad. Contrario a lo que generalmente me ocurre, me dio gusto hacerlo. Pensé que dicho estado se debía a que realmente mi cuerpo había descansado y que por lo tanto yo estaba listo para vivir un nuevo día y me dispuse a preparar las actividades propias de un despertar lunar. Por cierto, ¿ya les he hablado acerca de una especie de servicio postal por medio del cual llegan a la Luna miles de mensajes?. Debo reconocer que la mayor parte de los mensajes que llegan a ese cráter, que pareciera un buzón sideral, son de dolor, de soledad, de miedo y muerte, pero debo decir también que a ese lugar llegan las historias de amor más increíbles y los más inspirados mensajes de esperanza por la vida. Es curioso ver como en un mismo punto se entremezclan los polos opuestos de nuestra existencia.

Pero el punto eran: los sueños. Mientras recorría la zona que se ha vuelto mi casa en el satélite haciendo labores de mantenimiento de superficie lunar, recordé lo que había soñado.

¿Qué puedo decir?... desde ese momento hasta ahora no he dejado de sonreír. Y es que no hay mejor manera de vivir, de enfrentar la realidad, que alimentándonos con la fuerza de los sueños. Si yo no me llenara de esa fuerza, de esa luz, quizá ya habría intentado regresar a la Tierra o tal vez me habría convertido en un empleado de alguna corporación transnacional.

¿Han notado que hay veces que aunque ya está amaneciendo aún se puede ver la Luna? Y que por un pequeño instante desde una mismo punto pueden ver al sol y a la Luna… ese momento es justamente lo que sentí al despertar y recordar con tanta claridad mi sueño.

Los sueños no son un escape a la realidad. Son una inspiración para tener un motivo más por el que vale la pena despertar.

Soñé contigo. Mientras dormía pude verte y experimentar la mágica sensación de estar a tu lado.

Estoy convencido de que los sueños se pueden convertir en realidades, por lo tanto tú debes existir en algún lugar del universo, quizá en algún lugar de México o en cualquier parte del mundo. Tú eres un sueño hecho de carne y hueso al cual espero pronto encontrar para conocerte más allá de lo que en mis sueños he conocido de ti.

Aquel sueño fue tan real, que cuando abrí mis ojos y me vi en la Luna pensé que aún seguía dormido. Pero no. Yo estoy en la Luna y tú estás en mis sueños.

jueves, mayo 25, 2006

BREVE DECLARACIÓN

No he dejado de pensarte.

miércoles, mayo 24, 2006

PACTO CON LA LUNA


En el planeta azul existen algunos hombres y mujeres que han hecho un pacto secreto. Nadie lo sabe y nadie lo dice, pero han sellado un trato de por vida que a cambio de cierto beneficio les hace pagar un duro precio. Hoy pude ver como se realiza este acuerdo.

Me acomodé en un cráter con la intención de echar un vistazo a la Tierra. Busqué entonces irme a un sitio por definición romántico y con un aire bohemio único: París.

Era de noche en esa zona del planeta, por lo que me fue fácil localizar los puntos que buscaba. Cual vil turista dirigí mis visiones a la Torre Eiffel. De pronto apareció él. Un tipo sencillo, vestido de manera tan ordinaria que bien podía pasar desapercibido como un viajero más. Caminaba con la mirada difusa (mas no perdida) y sus manos se apretaban y se abrían expectantes.

Se sentó en una banca y comenzó a admirar la famosa construcción a la que por las noches revisten con un abrigo de luz que le hace mantener la elegancia y porte que de día le caracterizan. Aquel hombre clavó su mirada en la Torre y en el momento en que su mirada se perdió en el horizonte… miró la Luna.

Su actitud me llenó de curiosidad pues no podía definir si aquel hombre estaba triste, tranquilo, furioso o emocionado. Su rostro, pese a mostrar cierta paz, no daba muestras de sentimiento alguno.

El hombre cerró los ojos y comenzó a respirar profundamente. Yo lo miraba con tanta atención que no me percaté por dónde llegó aquella mujer de vestido blanco, cabello negro y ojos grises. El hombre al abrir los ojos quedó tan sorprendido como yo al verla.

Ella se acercó caminando lentamente sin despegar su mirada de aquel hombre. Él se puso de pie y caminó tres pasos hacia ella. Al estar frente a frente la mujer le preguntó, con una voz suave y tranquila:

- ¿Estas seguro de que esto es lo que quieres?
- Tan seguro como que aquí tienes los siete pétalos que son necesarios.

Yo no entendía de qué hablaban, pero la mujer levantó sus manos pidiendo los siete pétalos y el hombre se los entregó.

- Son los siete pétalos de Luna que esta noche entregas como firma de este pacto… - dijo la mujer con voz fría.

El viento comenzó a soplar muy intensamente. El cabello de la mujer se agitaba mientras en una mano tomaba todos los pétalos. Con su otra mano tomó el primero de ellos, extendió su brazo mostrando aquel pétalo al hombre:

- A partir de esta noche… vas a reír.

Y soltó el pequeño pétalo, el cual en vez de caer al piso… pareció ser tomado por el viento elevándolo hasta que dejo de ser visto por el hombre y la mujer, quien tomó el segundo pétalo:

- Vas a llorar.

Continuó repitiendo la operación: tomaba un pétalo, decía la frase y abría los dedos dejando libre a la pequeña hojita.

- A partir de esta noche vas a gozar

El rostro del hombre se endurecía, podía sentir el calor de su sangre acelerada.

- Vas sufrir,

Con cada pétalo liberado el viento cobraba más fuerza, por lo que la mujer aumentaba el volumen de su voz.

- Vas a vivir

El hombre cerró sus ojos, apretando sus párpados.

- Vas a morir

Quedaba únicamente un pétalo en la mano de la mujer. El hombre abrió los ojos, como si saliera de un trance emocional.

- Y el séptimo pétalo… ¿para qué es? – preguntó el hombre
- Ese pétalo corresponde a aquello más salado que una lagrima, más dulce que una risa, más oscuro que la muerte y más loco que la vida…

La mujer entonces tomó al hombre por el cuello con la mano que no tenía el pétalo restante y se acercó a él. Suavemente lo besó. Fue un beso lleno de ternura pero cargado de pasión. Un beso intenso… pero muy suave.

- A partir de esta noche… te vas a enamorar.

Y al decir esto la mujer liberó el séptimo pétalo. Ella se volteó y comenzó a caminar alejándose del hombre quien únicamente alcanzó a gritar:

- ¿Y cuál será el precio? ¿Cómo debo pagar?

La mujer se detuvo… y sin dejar de darle la espalda al hombre, murmuró por encima de su hombro:

- Te llamarán poeta… y te creerán loco.

domingo, mayo 21, 2006

SEIS PREGUNTAS


Desperté con el sonido de una estrella fugaz. Como aun era de madrugada en la Tierra imaginé que quizá te vería dormida. Corrí al cráter desde el cual puedo verte. Ese cráter en el que solamente me asomo cuando duermes o cuando estás a punto de despertar, como en este momento.

Ahí estabas, quieta, frágil, indefensa. Con una expresión de tranquilidad que le daba un suave brillo a tus sueños. No pude evitar sonreír al verte así.

Y entonces surgieron seis preguntas en busca de respuesta:

¿Qué pasaría si caminamos juntos?
¿Qué pasaría si te tomo de la mano?
¿Qué pasaría si te hago reír?
¿Qué pasaría si nos da por llorar?
¿Qué pasaría si me miro en tus ojos?
¿Qué pasaría si quitamos las vendas, los velos, los candados… y por una vez, una tarde…sólo somos tú y yo?

Abriste tus ojos en un suave despertar… y un suspiro viajó de la Luna a tu ventana.