martes, octubre 18, 2005

EL INICIO


Soy Allan, tengo 24 años, mexicano... y voy a contar la historia de cómo llegué a este lugar:

Era de noche. Me recosté en mi cama y comencé a mirar el techo. No me di cuenta de en qué momento mis ojos se cerraron, solamente recuerdo que de repente me vi, flotando en un espacio oscuro, frío y vacío: sin piso, ni paredes, ni objetos, ni luz, en el que no importaba cómo moviera mis brazos o piernas, no encontraba nada. No lo niego: sentí miedo.

Pero mi miedo se fue convirtiendo en curiosidad.... ¿qué hago aquí? ¿por qué estoy aquí? ¿me estoy moviendo? ¿estoy quieto?... y cada pregunta alimentaba mi imaginación. La nutría de posibles respuestas que se convertían en pequeñas historias.

De pronto comenzó a brillar un punto de luz a lo lejos.... y pensé "Carajo, me acabo de morir y ahí está la famosa luz". Estaba a punto de empezar a hacer el recuento de mi vida cuando el punto de luz comenzó a crecer... y crecer... y crecer.... "¡Y ni tiempo me dio de ver pasar mi vida entera frente a mi!" pensé justo antes de gritar "HOLAAAAAAA!!!!! YA LLEGUEEEE!!!!!". Fue entonces cuando descubrí que yo no iba hacia la luz.... sino que la luz venía hacia mi (un concepto bastante inútil cuando estas muerto, pero bueno, es un dato importante por lo que pasó después)

La luz creció hasta cobrar dimensiones gigantescas y aunque cada vez se acercaba más a mi, nada a mi al rededor se iluminaba. Un sonido similar al de un tornado acercándose apareció. Fue entonces cuando todo comenzó a acelerarse... el punto de luz aumentó la velocidad con la que se acercaba a mi.... venía en dirección a mi y por un segundo creí que me aplastaría.... y asustado comencé a intentar moverme.... pero mientras más me movía sin obtener resultados era mayor mi desesperación al ver acercarse la luz.

Cerré mis ojos y me quedé quieto. Junté mis brazos y mis piernas. Respiré profundamente y abrí los ojos. Vi que la luz estaba a unos 20 metros de distancia.... y de repente una fuerza me arrojo a un costado.... al tiempo que la luz pasaba a toda velocidad por el sitio en donde me encontraba hace 1 segundo.

Inmediatamente después de la primera luz, vi como aparecían miles... millones de puntos luminosos viajando a toda velocidad. Era algo espectacular. Ante mis ojos, se abría el espacio exterior.

Ahí estaba, flotando en el espacio entre millones de estrellas. De repente sentí como el ambiente cobraba una textura especial. Era similar a cuando estas bajo el agua y mueves los brazos, pero se sentía como cuando sacas la mano en un auto a gran velocidad. Cuando sentí ese cambio en el ambiente comencé a moverme.... y pude avanzar. Al principio me vi nadando en el espacio, pero después encontré una forma más "elegante" de moverme entre las estrellas.

Fue entonces que pude ver a mi planeta. Vi el hermoso planeta azul, brillante, radiante, espectacular. No se parecía nada a las fotos o imágenes de las películas. Se ve vivo, se ve lleno de magia. Me quedé asombrado por esa escena y no me di cuenta de que seguía moviéndome. Simplemente admiraba la que era la casa de la humanidad.


Después de varios minutos de contemplación terrestre, un tremendo golpe me sacó de la admiración en la que estaba. Una nube de polvo me cubrió y no pude ver nada durante unos minutos. El polvo, finísimo y de color gris, no era brillante, pero tenía cierta luminosidad.

Cuando la nube se esparció, recibí la más grande sorpresa de toda mi vida. Era la Luna. Corrí, salté, grité y reí como nunca lo había hecho. Descubrí que dependiendo del cráter en el que me parara, era el sitio de la Tierra que podía observar; que podía incluso buscar lugares, personas o situaciones específicas si brincaba, me agachaba, me sentaba o me acostaba en cada cráter.

Finalmente llegué a un sitio donde había un cráter más grande que todos los demás. Rodeado por varios cráteres más pequeños. Decidí que ese sería mi nuevo hogar. Desde ahí observaría a la Tierra.

Y poco a poco fui descubriendo todo lo que puedo hacer, encontrando nuevos usos en cada cráter y aprendiendo a usar las cualidades de cada elemento de la Luna.

Se que no van a creerme, pero desde la Luna las cosas se ven muy diferentes. Desde la Luna se pueden cambiar algunas cosas y se pueden provocar otras.

Desde la Luna se puede enviar sueños a las personas que duermen, se pude mandar señales a los que están despiertos. Se pueden crear suspiros y hasta se puede secar las lagrimas.

Desde la Luna se puede ver al amor... y a la mujer que amas.
Se pueden ver la soledades de dos personas que aun no se encuentran.
Se puede ver quien lucha por la vida... y a quien muere en la lucha.
Se ve también a los que viven buscando un escape y a los que escapan de sus miedos para vivir.

Y a los que creen que desde la Luna no se puede ver la realidad, hoy les puedo decir que no hay mejor manera de ver la vida, la muerte, el amor, el desamor, el éxito, el fracaso, la risa, el llanto, la bondad y la maldad.... que desde el lugar que ilumina las noches de la Tierra, pero que también tiene un lado oscuro.

La Luna no crea fantasías, refleja realidades.

Por eso desde ese momento, cada noche (o cada día, según el punto de vista), al abrir mis ojos y confirmar que seguía en ella... simplemente comencé a decir:

"Hola, soy Allan.... en vivo, desde la Luna".