sábado, julio 08, 2006

UN SUEÑO


Después de una intensa jornada de caminatas y visiones terrestres, llegó la hora de dormir. Regresé al lugar dónde he instalado mi cama: un gran cráter lleno de algunas nubes que viajaban perdidas por el espacio. Elegí un cráter amplio y no muy profundo ubicado en una zona donde la temperatura es por demás agradable, cálida, pues encontré que el calor de un volcán del planeta azul llegaba hasta aquí. Así, en un colchón de nubes, por momentos me voy de la Luna… y en los brazos de Morfeo llego hasta tus labios: y eso es un sueño.